jueves, 5 de julio de 2012

Islandia4. Glaciares







En Berunes nos levantamos con mal tiempo, el cielo nublado y viento helado del norte, aquí se acabó nuestros dias de 12 grados. Hoy seguimos en dirección sur desde el este, para llegar a la zona de los glaciares.
Y por fin, nuestro objetivo desde hace 6 meses. Poder ver un glaciar es algo impresionante, algo único, algo que pocas personas de nuestro entorno verá nunca. Aquí tenemos una lengua que baja del glaciar. Ya de lejos podías sentir que solo por ver esto merecía la pena este viaje.
Nuestra primera parada es Jokulsarlon, un lago de icebers a orillas del mar. Que maravilla de la naturaleza. Como llevabamos el gps en vez de ver este lago nada mas, el cual es el que esta preparado para los turistas vimos otros dos que hay junto a este.
Parezco el muñeco de michelín, pero era inevitable, si estas en un lago iceberg, calor no va a hacer.

Por la orilla te puedes dar un paseo hacia la derecha para ver todo lo que ofrece este lago. Nosotros encontramos un león marino o una especie similar, no las diferencio. El león se acercaba a la orilla curioso para ver a los turistas. Yo estuve una media hora para ver si salía del agua pero fue en vano y solo pudimos verle la cabeza a unos 10 o 15 metros.
Daban unos paseos en esta especie de barco-camión, pero como todas las atracciones con guías, estaba fuera de nuestras posibilidades.
Después de ver Jokarsarlón, vi por el gps que había dos lagos mas, con dos caminos casi perdidos que accedían a ellos. Perdimos bastante tiempo para llegar porque los caminos estaban bastante mal, pero sobretodo el segundo mereció la pena.
No es una postal, estuve ahí, hice la foto, y cogí un trozo de hielo derritiéndose. No había casi nadie, una lástima que esto no venga en las guías, el lago, los trozos de hielo que los podías coger con las manos y el glaricar a tan solo unos metros, increible.
Dejamos los lagos para ponernos nuevamente en marcha. Nuestra obsesión es clara, pisar el glaciar Svinafellsjokull, puede ser tan grande como las provincias de Almería y Granada juntas, buscamos alguna lengua que sea accesible, y así por casi casualidad dimos con una lengua donde había excursiones con monitores. Contratar guías para esta actividad cuesta unos 180 euros por persona, que es lo mas seguro, porque hay que tener en cuenta que estas caminando sobre un glaciar que en esta época se esta derritiendo. Los guías te van a dar la ropa y accesorios, como crampones, piolets, cuerdas y arneses. Nosotros tenemos alguna experiencia, no en hielo, pero si en montaña y nieve, además llevábamos crampones, cuerdas y arneses, así que con mucha precaución decideimos meternos en el glaciar.
Solo echamos un vistazo, al lago al pie de la lengua, nuestra intención era ver si podíamos subir a la lengua, y vimos por donde subía un grupo con guía, por tanto volvimos al coche para ir al albergue donde dormiríamos hoy para después regresar. En invierno, se puede entrar en las cuevas hechas debajo de la lengua, pero ahora solo se podría ir nadando.


Encontrar una entrada segura a la lengua sin necesidad de piolet nos costó una media hora. En un principio todo era llano y negro debido, seguramente, al paso de la gente, y no era necesario ni siquiera los crampones, conforme avanzas, la lengua se vuelve mas irregular, con grandes grietas o subidas que por pequeñas que sean es imposible hacerlas sin crampones. Nos los calzamos y seguimos, pero pronto descubrimos que los caminos que escogemos se vuelven mas estrechos e irregulares, que a su vez se vuelven aristas. Aquí ya cogemos la cuerda y arneses, toda precaución es poca. Seguimos hasta donde nos dejó la arista que cogimos, a un muro de unos cuantos metros casi en vertical en frente y cortados de 10 metros a los lados. Como no teníamos piolet y ya habíamos realizado nuestro objetivo nos volvimos satisfechos. Eso sí, para volver tuvimos que echar mano del gps, puede que desde fuera parezca todo fácil, pero una vez dentro te das cuenta que todo es inmenso y a la vez todo igual. Desviarse unos metros puede costarte bastante tiempo en encontrar el camino, e incluso perderte. Nos dimos cuenta que lo ideal es ir con un guía, pero como he comentado antes, quedaba fuera de nuestras posibilidades. He de reconocer que tuve miedo, pienso que es normal, tenías la sensación de estar caminando sobre algo tan frágil que una mala pisada haría que te precipitases por una arista o que te undieses al abrise una de las numerosas grietas.
Nuestro hospedaje de hoy, es una granja con cabañas de madera, al lado de una nave con un gran comedor con cocina y unos baños. Miraba a las ovejas que a su vez nos miraban a nosotros y me preguntaba como no se volvían locas por no saber cuando dormir.

Archivo de entrada a la lengua en gps:        http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3043237









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