domingo, 15 de julio de 2012

Islandia7. Reikiavik


Nuestro último día en Islandia, nos lo tomamos con calma, nos dedicamos, tanto la tarde anterior como la mañana a visitar Reikiavik, para después hacer las últimas escursiones. La ciudad no creo que tenga mas de 100000 habitantes, el resto es de un gran área metropolitana. La sensación que te da es de una ciudad moderna, tranquila, amplia y sin muchos problemas de tráfico. Paseando por las calles percibías mucha cultura, mucha diversidad de razas y tolerancia, una ciudad muy segura en la que puedes pasear solo a cualquier hora y por cualquier sitio, en definitiva, para mi, una ciudad casi perfecta si no fuese por su temperatura. Nos hacía mucha gracia que nosotros no podíamos llevar mas ropa encima y alguna gente iba en manga corta, incluso las mujeres jóvenes iban en minifalda. Esa gente tiene otros genes.


Es una ciudad de rascacielos a la orilla de un gran puerto, con muchos parques y amplias calles. La ciudad esta enfocada, en parte, al turismo. Hay una gran multitud de tiendas de suvenirs, las cuales nos recorrimos buscando alguna cosa que traernos.

Una gran cantidad de iglesias se reparten por toda la ciudad, todo fuera de lo que yo conocía, monasterios, y pequeñas y grandes iglesias de madera.
La catedral es también fuera de lo que había visto, muy moderna por fuera, y no tan grande como parece por dentro. Por un precio se puede subir a lo alto de la torre y ver la ciudad, al parecer tiene bastante éxito con los turistas.
A diferencia del resto del país, en esta zona vemos que las casas son totalmente de ladrillo. También es la única ciudad junto a la capital del norte con grandes casas y mansiones, tanto en las afueras como en el centro, con barrios residenciales y signos de riqueza, lo cual para mi, empaña un poco lo visto anteriormente, la sociedad islandesa fundamentalmente práctica, donde el único signo de riqueza que yo veía era la clase de todoterreno que tenía una persona.
Salimos de la ciudad buscando centros comerciales. Encontramos uno, y no se diferencia mucho de uno español, desgraciadamente mi presupuesto era mas bien escaso y no pude comprar lo que quería, eso sí compre un jersey de lana de reno, creo que mas que nada por lo inusual, unos guantes y un gorro, y me quedé con las ganas de alguna prenda de montañismo. También habia la típica tienda que en España sería china con todo falsificado y muy barato, pero claro si te fijabas la calidad de los productos era realmente mala.
Nuestra siguiente visita era a la Cueva raufarholshellir. Una cueva de varios kms echa por la lava de un volcán.

En un principio el techo de la cueva esta derrumbado por varios sitios, con lo que se acumula grandes montículos de rocas y nieve. Después se hace la oscuridad y la cueva se llena de estalagmitas, yo me quedé ahí y no me adentré mas puesto que el suelo no era muy de fiar, y Juan Carlos y Ppslav si siguieron un tramo mas. Esta es la última sorpresa que nos llevamos de la isla.
Este sitio estaba en medio de ninguna parte, teníamos hambre puesto que eran mas de las 4 de la tarde, y estábamos congelados debido al aire gélido, así que nos metimos dentro de la cueva y como pudimos nos preparamos la comida en el hornillo.

Nuestra última visita antes de dirigirnos al aeropuerto de Keflavik es Blue Lagoon, un lago termal que han aprovechado para hacer un complejo turístico. A los islandeses les encanta el agua, por eso esto esta permanentemente lleno.

El lago se encuentra sobre lo que podría ser los restos de una erupción volcánica, allá por donde mires la tierra esta rota, es como si kilómetros y kilómetros de tierra solo fuesen escombros. La zona habilitada para bañarse esta al otro lado de este edificio, que parecía, visto desde fuera un restaurante de lujo. Juan Carlos quería entrar, pero como íbamos a entrar ahí con nuestras pintas, sucios a mas no poder, desaliñaos y con la misma ropa durante tres días. De todas formas a mi el color del agua, ese azul nada claro, debido a azufre o cualquier otra cosa no me llamaba a meterme.
A las 10 de la tarde estabamos ya en el aeropuerto, y como somos españoles no pasamos desapercibidos. Nos buscamos un sitio donde sentarnos y sacamos lo que nos quedaba de suministro para gastarlo, incluido la botella de vino que compramos antes de salir de Alemania. Se acaba nuestra estancia, no me lo podía creer, dejarlo con todo lo que me había dado. Puede que no hayan sido las vacaciones mas cómodas, lo hemos pasado bastante mal en algunos momentos, y de descanso nada, pero cada vez que me preguntan si ha merecido la pena, yo respondo que cada minuto que pasé allí. Islandia es un país con una naturaleza salvaje, que parece que puede estallar en cualquier momento, pero es grandioso, un país despoblado donde la vida es muy dura, pero estando allí piensas que es así y no debe cambiar. Volcanes, grandes cascadas, miles de ríos, miles de lagos, inmensos glaciares, impresionantes playas, infinitos valles verdes, miles de aves a tu alrrededor, fiordos, acantilados de 100 metros, etc., etc., sin duda, ha merecido la pena.







sábado, 14 de julio de 2012

Islandia6. Glymur



Sobre las 3 y media de la mañana nos levantamos. Desallunamos en los vestuarios y recogimos nuestras cosas. Como veis hacía un poquito de aire. Y todavía había gente bañandose. Es lo bueno de no haber noche, cada uno se organiza su día y su noche como quiere.
A las 7 de la mañana llegamos a nuestra próxima visita, Geysir. Visitamos un campo de geysers, que se compone de un gran geyser y varios pequeños geysers. Los pequeños solo están en ebullición, pero no explotan como su hermano mayor.
La explosión del geyser se produce cada 10 minutos. Primero ves el agua en ebullición, despues se produce una gran burbuja, para seguidamente estallar.


Ahora toca otra gran catarata, Gullfoss.
La mañana era bastante fresquita, por lo que no nos quedamos mucho. No me canso de ver la fuerza de la naturaleza. Los paisajes hacían que parases y pensases que no querías volver, y que ningun problema que dejamos en España tenía importancia.
Nos dirigimos a la antigua capital, Thingvellir, situada al norte del lago Thingvallavatn.
Antiguamente, sobre esta bandera, se leían todas las nuevas leyes de su constitución.
Había varios autobuses de escolares visitando la zona. Supongo que la casa del fondo tiene que ser la antigua casa presidencial, ya que había multitud de caminos alrrededor de la zona que iban a ella.
Parecen murallas hechas para la defensa de una zona, pero es natural, es de una falla que ha dejado una visión fuera de lo común. No me extraña que estuviese aquí la capital, tiene casi todo lo que representa el país, un lago con una preciosa casa de madera, multitud de pequeños ríos que desembocan es este lago, todo verde como si fuese siempre primavera y estas paredes naturales de roca por donde baja, como no una cascada y un río.
Una de las joyas de la corona, por lo menos para mi, es Glymur. Ya no solo por una espectacular cascada, sino por donde esta. Para llegar al inicio de la ruta tuvimos que dar un gran rodeo, salir hasta el mar y recorrer un gran fiordo. Afortunadamente en el sureste del país nos encontramos que las carreteras son mas abundantes que en el resto del pais, lo cual nos ahorró mucho tiempo.


La ruta empieza como un paseo lleno de flores a nuestro alrrededor y viendo de fondo los volcanes nevados. Al lado de un barranco se baja hasta el río, el cual hay que cruzar por un palo y agarrándose a un cable. A partir de aquí toca subir, una subida muy pronunciada, que al principio es por una escalera con un cable para poder agarrarse y despues, es un sube como puedas por una verea.

La subida es impresionante, bordeando acantilados, con el río al fondo y cientos de aves surcando el cielo. No es peligroso, al menos no me lo pareció, pero la altura daba vértigo.


La cascada caía a un avismo, y para verla caer había que asomarse al precipicio, con lo que te daba una sensación en el estómago de peligro que te echaba hacía atras. Y igual de impresionantes eran las vistas de atrás.
Después de un tiempo para contemplar y hacer fotos o vídeos, volvemos sobre nuestros pasos hasta el coche. La ruta no es muy larga, solo unos 6 kms, eso sí, montaña muy hacía arriba. Teníamos previsto alguna parada mas, pero la fuerte lluvia hizo que desistiesemos, en vez de eso nos paramos en un pequeño pueblo viendo algunas tiendas. Nuestra siguiente parada es ya Reikiavik, donde pasaremos la noche.
 El albergue de la capital, parecía mas un hotel que un albergue. Nos tocó un canadiense como compañero de habitación, que supongo que se quedaría asombrado cuando nos duchamos, llevabamos dos días sin ducharnos y dos días con la misma ropa, y dejamos un olor insoportable a azufre, mi única alegría es que llevaba calzoncillos de sobra, era lo único que tenía limpio. Nuestra intención era salir por la noche, en esta ciudad que dicen que es muy movida, pero nos quedamos dormidos. Acordamos con Ppslav echarnos en la cama una hora y después salir, pero es que estábamos reventados y nos dormimos.




Archivo para gps de Glymur          http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3014430